Tomando en cuenta los errores de la monárquia televisiva global en el montaje "la caída de las torres", el once de septiembre del 2001 en Nueva York, los siguientes comentarios son útiles para bloquear la salva informativa de Los Voceros de La República de la Televisión:
1.- No puede ser aceptada ninguna versión que sostenga haber encontrado papeles o identificaciones de Juan Camilo Mouriño en la escena del colapso. La difusa comisión investigadora del 9/11 –para darle "carpetazo" al asunto– convalidó lo siguiente: un agente secreto estadounidense encontró en la calle maquillada por el polvo el pasaporte del árabe que piloteó el avión que cambió al mundo. Es decir, el árabe portaba un pasaporte mágico que soportó sin rasguño el choque del avión contra la torre de acero, la explosión provocada por el combustible de la nave y una inverosímil caída del cielo al suelo. El pasaporte mágico fue la prueba para culpar a los terroristas de lo sucedido.
2.- Ningún testimonio de los políticos mexicanos que hayan sido empleados de los grupos de poder estadounidenses debe ser cien por ciento creíble o confiable y mucho menos lo que diga Luis Tellez, Secretario de Comunicaciones y Transporte, ex-empleado del grupo Carlyle donde los Bush son patrones. Lo más delator: el secretario trae la mentira en la inchazón de sus ojos.
3.- La participación de Marcelo Ebrard en el blitz informativo posterior a la tragedia. Ayer Marcelo fue el Yu-li ani de la historia. Rudolph Guliani fue coprotagonista de la simulación de la "caída" de las torres, un descarado actor miembro de las sociedades cupulares que promueven en la sombra el nuevo orden mundial y el estado policiaco global.
4.- Poner excesiva atención al refrito de la terminología utilizada en los ataques terroristas de Nueva York. El Universal llamó al lugar del accidente la zona cero. Es "la memoria" coercitiva. Así lo publicó el obscuro diario: "en la zona cero el día transcurre lento. Algunas paredes están manchadas de rojo, parece sangre."
5.- Rechazar de antemano la operación de los peritos extranjeros que puedan distorsionar las evidencias de la historia, y mucho menos autorizar la presencia de agentes encubiertos de los sistemas de inteligencia pro bushistas o ingleses: son especialistas en el simulacro, en las estrategias de control de la Sociedad del Espectáculo, y lo más explosivo, en "actos de falsa bandera" o autoatentados.
6.- Poner bajo el poder del señalamiento público las excusas que aluda el Gobierno del Distrito Federal para "no mostrar" los videos de las cámaras instaladas en la zona de la catástrofe. La República de la Televisión anunció en su telenovela noticiosa nocturna que las cintas fueron recogidas de los edificios aledaños para integrarlos a la in-ves-tiga-ción.
7.- La opinión pública nacional debe aprender las lecciones del caso Martí, la burla del empresario a la nación debe ser un aprendizaje colectivo para no conceder (por sentimentalismo) ninguna duda en el desarrollo de las investigaciones de los sucesos que lastiman la convivencia social como el del joven secuestrado o la estrepitosa muerte de Juan Camilo Mouriño y compañía.
8.- Atajar las versiones que en la sombra –en la mente profunda– intentan desplazar la culpa a los sospechosos comunes: "un venezolano está en el hospital herido".
9.- No caer en la trampa de los pactos de unidad hasta que se presente una investigación veraz y convincente sobre la muerte del ex Secretario de Gobernación y del ex-director de la SIEDO. No más opacidad y rupturas éticas como lo sucedido en el caso del News Divine. La irresponsabilidad mediática ha sido brutal y es un buen momento para detenerla.
10.- "Fue una explosión impresionante" es una frase construida y utilizada en el 9 11 del 2001 en Nueva York, es propagandísticamente memorable pero "humanamente" baja. Ya la están (re)produciendo.
Zeitgeist, el documental "en línea" más visto en la historia humana te acerca claves para entender el acertijo:
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Contra(comunicado):
Como decía Henry David Thoreau, "No pido inmediatamente que no haya gobierno, sino inmediatamente un gobierno mejor". El orígen de Medios y política fue el fraude electoral del 2006: nació La República de la Televisión y la programa(ción) se volvió dicta(dura): un monopolio opinativo de Tercer Grado. Aquí en 'Medios y política' están las evidencias comunicacionales que sostienen nuestra tésis: Felipe Calderón no ganó las elecciones; la oligarquía lo impuso mediante un fraude para auto(comprarse) lo que queda de México. Y lo repitieron imponiendo a Enrique Peña Nieto en el 2012. Por eso pedimos lo posible: que se restaure La República.
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