¿No habia elementos probatorios? ¿Está Felipe desmintiendo al grupo de generales del Ejército para meter las manos al fuego por el policia Genaro? El dilema que enfrentan esos generales es el de "la rebelión por la verdad", del hacer pública o no la información mencionada por Anabel Hernández depende que la simulación cese y terminar esa guerra loca por la legitimidad de un gobierno que no cuenta con el aval del pueblo. No tienen mejor oportunidad histórica. O no sentirán vértigo con la férrea defensa de Felipe Calderón a Genaro García Luna: “Eso no implica, como algunos lo han sugerido, que sean investigaciones dirigidas alrededor o hacia a una persona, y no, desde luego, al caso del secretario García Luna, que tiene una gran capacidad en términos de sus funciones atinentes a la Secretaría de Seguridad Pública”
Anabel Hernandez publicó en Reporte Índigo que Luis Cárdenas Palominos –director de inteligencia de la Policía Federal– tenía antecedentes penales, y había sido (al menos) actor pasivo en el asesinato de un taxista en los años ochenta. Joaquín López Dóriga, en rápida defensa, abrió los micrófonos de Radio Fórmula a Cárdenas Palomino para que desmintiera "la versión publicada" y en paralelo, el conductor calificó de campaña de desprestigio el trabajo periodístico de Anabel Hernández. ¿Qué esconderá García Luna detrás del escritorio para que manden a su máximo vocero a lavarle las manos rojas en público?, ¿De qué magnitud será la tragedia que guarda Genaro en su memoria?
Los mexicanos estamos sufriendo en carne viva (en carne quemada) la llamada "guerra contra el Narcotráfico", y hoy, dos años después, en medio del caos, nos enteramos que el hombre fuerte del Presidente (un minuto de silencio por lo de presidente), el "estratega" de la guerra con que nos invadió el miedo, es aliado de uno de los cárteles, es "parte" y su equipo de colaboradores una cofradía de criminales y actores. Y lo más grave para la destruida credibilidad del gobierno usurpador, conforme avanzan las investigaciones de la SIEDO, se confirma que las narcomantas aparecidas en todo el país, ¡decían la verdad!
Y la intriga final: ¿Por qué el gobierno de Chile asignó al déspota michoacano el automóvil de Augusto Pinochet?
¿Qué tipo de señal o premonición fue esa?
Reporte índigo: "Genaro García Luna: el intocable de Calderón".
No hay comentarios.:
Publicar un comentario