Los voceros republicanos televisivos

"Que bueno que los diputados no son mujeres, con esa actitud mostrada ante Lopez Obrador si fueran mujeres ya estuvieran llenas de niños."
Chiste de un Vocero de La República de la Televisión –al aire–.

Primera
La intención de los Voceros de La República de la Televisión por desprestigiar "la toma de la tribuna" como acción de Resistencia Civil Pacífica es un despropósito. La opinión pública sabe que ese "pelele" de Felipe Calderón intentó entregar el petróleo de los mexicanos a las compañías extranjeras por medio de un fast track legislativo. No pasó. De la toma de la tribuna se derivó el debate petrolero que dejó cristalinamente probada la anticonstitucionalidad de las iniciativas del gerente que habita en Los Pinos. La opinión pública sabe "la causa" y "el efecto" de la toma de la tribuna, sabe que fue en beneficio del bienestar colectivo, sabe lo que aprendió del debate y es inmune al veneno propagandístico de Los voceros republicanos televisivos.

Segunda
La República de la Televisión y sus voceros hablan pensando en televidentes y no en ciudadanos, en puntos de raiting no "humanos". Locucionan para los mexicanos de "las encuestas" y no para los mexicanos que han visto crecer –como nunca– la violencia, la inseguridad y el miedo (a la realidad y a la crisis). Ante el estado de excepción, la necesidad de saber que pasa con "el mundo" aumenta y en la televisión, Los Voceros republicanos televisivos ciclados en el shock, en el miedo y en el odio, defendiendo al régimen espurio, autoritario y tramposo que nunca tocan, que nunca critican y mucho menos "evidencían".

Tercera
Ante la monstruosa trampa al descubierto en el cuerpo de "La Reforma Energética" Los Voceros de la República de la Televisión –desesperados por haber sido pillados con las manos en el entreguismo– piden furiosos la utilización de la fuerza pública en contra de Andrés Manuel López Obrador, Las Adelitas y Los Juanes. –No como en el desafuero que los "dejaron vivos", no –dice el vocero – ahora deben golpearlos, deben hacer valer la fuerza–. Ese es el plan: Genaro García Luna será quien supervise las acciones de los distintos grupos policiacos que desde ahora tienen cercado al congreso. Ante la intolerancia, la inteligencia. La máxima fortaleza de un grupo se alcanza cuando sus miembros deciden asumir su destino: la defensa de la soberanía como destino, la independencia como destino y La Cuarta República como destino.