La regresión

En lo mediático (en lo aparente), el Consejo Nacional de Seguridad Pública es una reunión de los altos mandos del gobierno espurio (y Marcelo Ebrard) para abatir la triste ola de inseguridad y violencia que aqueja la vida pública de México. En lo oscurito, es un manotazo perverso de la organización (neo)fascista el Yunke -bajo el seudónimo-, "México Unido Contra la Delincuencia". Es la (anti)ética que utiliza el secuestro, para "preparar" a los ciudadanos ante los requerimientos autoritarios y (anti)libertarios de la Iniciativa Mérida, el "plan" para contener las protestas públicas contra la privatización del petróleo, -y después-, contra la disolución del Estado Mexicano.

En Estados Unidos, el (pre)texto para cercar las garantías individuales fue la lucha contra el terrorismo, y en México el (anti)humano secuestro. Es triste. En los próximos días, La República de la Televisión empezará a promover en sus noticieros y telenovelas, la disolución de las garantías, la euforia por los chips, la unificación del pensamiento y las iniciativas para instalar cámaras en las muelas y etc. Ante La Resistencia de millones de mexicanos que se oponen a la privatización del petróleo, el Yunke y los empresarios le arrebatan la agenda política al "presidente".

Es un mensaje de la escalada autoritaria que viene. ¿O qué podemos esperar de un pacto donde entre los "abajo firmantes" están Carlos Romero Deschamps, Mario Marín, Ulises Ruiz, Eduardo Bours, Guadalupe Osuna Millán, Eugenio Hernández, Elba Esther Gordillo y Felipe Calderón Hinojosa?

Si en verdad quisieran "terminar con la inseguridad y la violencia", deberían empezar por resolver los monstruosos casos de impunidad que asfixian la ética y la política nacional:

-La virulenta corrupción de Vicente Fox Quezada y su parentela.

-Los atentados contra la población de Tabasco mediante inundaciones "programadas". Responsable Alfredo Elias Ayub, director de la CFE y contratista al servicio de REPSOL.

-Destitución del cargo y posterior juicio al Secretario espurio de Gobernación, Juan Camilo Mouriño por traficar influencias para favorecer a su "madre patria".

-Castigo al máximo/mínimo ladrón de México, Felipe Calderón Hinojosa por haberse robado la elección presidencial del 2006.

-Destitución y juicio a los gobernadores del PRI y del PAN que contra la voluntad del pueblo, fueron cómplices del fraude electoral.

Y con eso.

Es hora de replantearlo todo.