Tolete; legitimación y fuerza.

La Reforma Judicial que está por aprobar el matrimonio legislativo (PRIAN) en la cámara de diputados, es una prueba de que somos (des) gobernados por un programa coercitivo fundado en "el miedo"; lo que pretenden los golpistas es vulnerar los derechos humanos y consumar el contagio del miedo y la delación. Es tan marcada la influencia estadounidense en la indigesta Reforma Judicial, que basta con leer la definición en Wikipiedia del "acta patriota" aprobada (después del autoatentado de las Torres gemelas) en el congreso estadounidense:

"La Ley Patriótica (Patriotic Act), denominada en inglés USA PATRIOTIC Act, es un acta del Congreso de los Estados Unidos que el presidente George W. Bush promulgó como ley el 26 de octubre de 2001. Su objetivo es restringir una serie de derechos constitucionales, a fin de ampliar el poder represivo del Estado sin la intervención del poder judicial, a fin de garantizar la seguridad nacional y combatir el terrorismo. La misma ha sido severamente criticada por organismos de derechos humanos debido a la restricción de las libertades y garantías constitucionales y ha sido considerada inconstitucional por varios tribunales."

"Algunos estudiosos y sectores que se oponen al Acta Patriótica consideran que la vigencia de la misma ha convertido a los Estados Unidos en una dictadura de inspiración nazi. Para sostener su afirmación señalan las similitudes del Acta Patriótica estadounidense con el Acta Habilitante sancionada por Hitler el 23 de marzo de 1933 para restringir los derechos constitucionales, y que al igual que la norma estadounidense llevaba un título eufemístico: "Ley para Remover la Aflicción del Pueblo y el Imperio".



Jonathan Schell en su artículo "El Estado clandestino avanza" publicado en The Nation ha sostenido: Hay un nombre para un sistema de gobierno que promueve las guerras agresivas, engaña a sus ciudadanos, viola sus derechos, abusa del poder y rompe la ley, rechaza el control judicial y legislativo, reclama poder ilimitado, tortura prisioneros y actúa en secreto. Es dictadura. La Administración de George W. Bush no es una dictadura, pero muestra las características de una, en su forma embrionaria."

El escenario está puesto. Después de aprobada la Reforma Judicial, los golpistas tendrían el espaldarazo legal para atropellar y perseguir a los ciudadanos que "levanten la voz" en contra de los abusos del gobierno. Un pasito más en el proyecto del estado policiaco trasnacional. En engendro "proyectado" por el eje: Londres, Washington y Madrid. El tolete, el miedo y la fuerza -saben- es lo único que puede solventar el ejercicio del poder a un gobierno que no ganó las elecciones y que en el ejercicio de su función atenta contra la democracia, la paz, la justicia y la libertad.