Lo que ha sucedido en los últimos meses con Denise Maerker es una catástrofe ética que nos muestra, --en cadena nacional-- la trágica transformación de una periodista en "propagandista". La historia de Maerker es la de un sistema de valores que se resquebraja "en el aire", de manera radical. Hoy, periodísticamente hablando, el trabajo de Denise Maerker en Punto de Partida es tan falso como los infomerciales vestidos de reportajes que en su programa semanal emite. Denise, ¿piensas que la gente no esta consciente del desfalco...?
Se entiende que ser la "frontgirl" de un supuesto programa periodístico en Televisa tiene beneficios: altos ingresos económicos, aumento en la popularidad, elevación de la autoestima, e inflación indeterminada del ego. Motivos insuficientes para intercambiarlos por el capital simbólico del ser "periodista" que habías acumulado en el canal 40. Denise, después del mercantil papel que interpretas, lo único que se te puede desear es suerte. En Televisa tendrán escudos para lo que viene: la lluvia del desprestigio.
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