Contra el maquiavelismo
México, lejos y cerca
Es cierto que un político puede ser eficaz e inmoral simultáneamente, pero las violaciones a la ética no perdonan ni a los políticos. No existen dos esferas separadas: la política está sujeta a los principios de la ética, como cualquier otra actividad humana. El comportamiento corrupto, desleal, traicionero y tortuoso es signo de decadencia, no de habilidad. Lo más atractivo de la propuesta de AMLO consiste en sujetar el noble arte de la política, única alternativa a la violencia, a principios claros respetados impecablemente: no robar, no mentir, no traicionar. Un político eficaz para gobernar o para conducir a un pueblo puede ser bueno o malo, pero tendrá que ser hábil y astuto. No basta con ser recto, pero si no es recto pagará las consecuencias.
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