La memoria del magnicidio

En 1988, la sociedad mexicana decidió virar hacia la izquierda. El candidato que tuvo más votos --y quien ganó la elección presidencial-- fue Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, el abanderado del Frente Democrático Nacional. Esa noche del seis de julio, se cayó el sistema, y al día siguiente, México amaneció con (otro) presidente: Carlos Salinas de Gortari. Ante su ilegitimidad, Salinas de Gortari, --para popularizarse-- decidió tomar en matrimonio al PAN, a las cúpulas empresariales, y a la iglesia católica, con quienes protagonizó una orgía política y de poder transexenal, que llegó al punto de la degradación con el asesinato de Luis Donaldo Colosio.

Salinas, con el "poder en la mano", decidió que era muy temprano para dejar el poder. Había mucha ropa sucia que seguir lavando en casa, en familia y entre amigos. Colosio fue asesinado en Lomas Taurinas, pero el gatillo,--dicen-- se disparó en Los Pinos.

Lomas Taurinas.