Por una sociedad bulliciosa

Superar la "polarización", como piden los comunicadores y locutores apegados al régimen, sería forzar a una parte de los polos a que renuncie a creer en lo que cree: la democracia participativa. Piden los columnistas, de manera velada y en nombre de la "paz", robotizar la opinión pública y publicada, homogeneizar, buscar el desierto de las opiniones contrarias porque tanto ruido, según dicen: transtorna la paz de los mexicanos.

La paradoja es que la clase política que defienden, son los que instalaron la polarización en las pantallas, los que inventaron y promovieron como nunca antes, las campañas negras y el racismo, los que utilizan el poder para hacer negocios, y los negocios para acumular poder.

Piden un país en calma, con habitantes silenciosos, y acomodaticios a lo que la clase política decida, no solo sobre la política, sino sobre los recursos nacionales y las políticas de desarrollo que afectan a todas las ecologías de lo social: taxistas, empleados de la maquila, artistas, médicos, profesores universitarios, pequeños comerciantes, deportistas, etc.

Una sociedad silenciosa como la que piden, es una sociedad sin ciudadanos, una sociedad de timoratos, de cobardes y anodinos. Y de ese tipo de gente ya están llenos los periódicos nacionales.

POR UNA SOCIEDAD BULLICIOSA