El desprestigio en cascada.

Pulso Político
Francisco Cárdenas Cruz
10 de julio de 2006

Fox y Ugalde, responsables postelectorales
AMLO los acusa de haber dañado el proceso

Si el inminente conflicto postelectoral, del que ya hubo claro inicio anteayer sábado en el zócalo del Distrito Federal con la concentración de perredistas y simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador, crece y se generaliza en días y semanas venideros, dos de los principales responsables de lo que pueda llegar a ocurrir serán los presidentes de la República, Vicente Fox, por su necia intromisión en el proceso para impulsar a toda costa y a todo costo -político y sobre todo económico- a Felipe Calderón, y del Consejo General del Instituto Federal Electoral, Luis Carlos Ugalde, por la tibieza y parcialidad con la que actuó y que acabó por envolver en dudas y sospechas los comicios federales del domingo 2 del actual.

Ambos fueron acusados por el tabasqueño de haber ensuciado el proceso y de obligar a que éste llegue hasta el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en donde sus representantes presentarán impugnaciones por las irregularidades habidas en 50 mil casillas. En la magna concentración sabatina se leyeron transcripciones de conversaciones entre la lideresa magisterial, Elba Esther Gordillo, con el gobernador priísta de Tamaulipas, Eugenio Hernández, y de éste con el secretario de Comunicaciones y Transportes, Pedro Cerisola, para demostrar hasta dónde se llegó en la promoción de apoyo al que fue abanderado panista, lo que mereció una reprobación de las miles de personas que se apretujaron en el zócalo.

Ante la impresionante multitud ahí congregada, López Obrador acusó a Fox de haberse convertido en "un traidor a la democracia", por la forma en que sin recato alguno y sin cuidar su investidura, utilizó las instituciones y los recursos públicos para favorecer a Calderón, y arremetió contra Ugalde por haber manipulado el sistema de cómputo e información, lo que motivó las sospechas y dudas que hoy existen sobre la legalidad del proceso. Se trata, dijo, de no permitir un retroceso democrático, porque si los votantes permiten que -el Presidente y el PAN- se impongan mediante el fraude, será una regresión, y convocó nuevamente a una marcha el próximo domingo del Museo de Antropología al zócalo, en donde informará del avance sobre la lucha que ha emprendido, dentro de los cauces legales, para exigir que la voluntad ciudadana expresada en las urnas se respete.

De paso, al referirse a las felicitaciones que Felipe Calderón Hinojosa ha estado recibiendo de algunos mandatarios extranjeros, entre ellos el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y el jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, López Obrador las tildó de que son "pura faramalla" porque el proceso concluirá hasta que el Tribunal Electoral Federal analice y resuelva las impugnaciones que presentará la coalición partidista que lo apoyó y que, igual que él, no acepta los resultados que dio a conocer el IFE el jueves pasado.