La farsa de los Independientes

Sergio Humberto Brown Figueredo

Independiente significa según la RAE: 1. adj. Que no tiene dependencia, que no depende de otro. 2. adj. autónomo. 3. adj. Dicho de una persona: Que sostiene sus derechos u opiniones sin admitir intervención ajena. 4. adv. independientemente. Independiente DE eso, quedan muchas dudas. Entonces, en base a las definiciones extendidas del lenguaje, ¿podemos decir que las candidaturas independientes que se gestan en pos de la toma del poder, son independientes? No lo son. Y lo más peligroso, en términos de soberanía y autonomía, el movimiento separatista República de Baja California, aunque en el discurso se deslinden de ello, lo que permanece es su marca-símbolo y en un escenario geopolítico estratégico, (la frontera) el riesgo es que el separatismo evolucione a intervencionismo. La proclama del fin del fin de México.

Previo a la guerra de 1847, la más dolorosa derrota del México moderno (perdimos casi la mitad del territorio, entre ello California), los sistemas de inteligencia de los Estados Unidos, patrocinaron operaciones político-militares mediante grupos separatistas (como La República de Baja California), para soltar en la opinión pública con antelación lo que impondrían con la guerra. Los generales estadounidenses financiaron grupos paramilitares que comandaron expresidiarios mexicanos y soldados enemigos encubiertos para limpiar estratégicamente el camino al ejército estadounidense hacia la capital de la República. El mismo tono ideológico entreguista tocaron los conservadores mexicanos en la intervención francesa, y los porfiristas que se confabularon con el embajador Green-go, Henry Lane Wilson, para mediante el magnicidio de Madero, interrumpir la Revolución Mexicana. La historia se repite. Y su última piel es fársica-independiente.

La máxima función de un ejército, en éste caso del mexicano, es la defensa del territorio, no las funciones de seguridad, que al parecer es donde los querían tener ocupados para no desactivar o no tocar las estructuras militares o políticas de los grupos separatistas. Que, por más lejano que parezca, pudieran estar preparando en la opinión pública (consciente o inconscientemente) una segunda intervención imperial en México. Ahí es donde debe actuar de tajo inteligencia militar y certificar a los mexicanos si esos grupos no cuentan con apoyos o capitales extranjeros, ya que es sabida la relación de uno de los precandidatos, Gastón Luken Garza, con capitales y grupos transnacionales como SEMPRA energy y los SEMPRA boys.

El neocolonialismo es energético, y ahí está ahora el saqueo y destrucción de pueblos como el mexicano, por eso, como defensa de la soberanía debemos propagar en contra de los separatistas proenergéticos que El Código Penal Federal, en lo que respecta a la traición a la patria (la probable conspiración con los SEMPRA boys), impone una pena de cinco a cuarenta años de prisión y multa hasta de 50 mil pesos, a quien:

I. REALICE ACTOS CONTRA LA INDEPENDENCIA, SOBERANIA O INTEGRIDAD DE LA NACION MEXICANA CON LA FINALIDAD DE SOMETERLA A PERSONA, GRUPO O GOBIERNO EXTRANJERO;

(aquí usted lector debe pensar tres veces en SEMPRA, SEMPRA, SEMPRA).

II. TOME PARTE EN ACTOS DE HOSTILIDAD EN CONTRA DE LA NACION, MEDIANTE ACCIONES BELICAS A LAS ORDENES DE UN ESTADO EXTRANJERO O COOPERE CON ESTE EN ALGUNA FORMA QUE PUEDA PERJUDICAR A MEXICO.

(aquí usted lector debe sospechar de las ligas de la Embajada de los Estados Unidos con los grupos separatistas).

A lo independiente como autónomo de otras formas políticas diría, si existen dos trucos del viejo priísmo es la cargada y el destape anticipado. Ante la omnipotencia del dedazo presidencial priísta, los candidatos (tapados), jugaban estrategias debajo del agua, haciendo grupos o alianzas en lo oscurito, manipulando la opinión pública para hacer visible la estrategia invisible y otras trampas para ser los bufones astutos del máximo elector. Los "independientes" (risas grabadas por las comillas) son copia de eso. No están proponiendo por ejemplo, la democratización de las candidaturas, no; por consenso de clase, un grupo de "líderes" (omito el chiste de las comillas por reiterativo), en sesión no sabemos de qué tipo dijeron 'hágase' y candidatura guapa nació. Al estilo del más vulgar de los priísmos. Sin democracia real, la vida política es pura mercadotecnia, pura estética, puro espejismo o ilusión. Ahí está Vicente Fox, el papá mercadológico de "El Bronco", que para seguir explotando el arquetipo del político ranchero, se ufana de su ignorancia y se promueve como lector universal del Libro Vaquero. Para no desgastarnos en la usurpación de Kumamoto del color 'rosa' como símbolo de las luchas minoritarias.

El modelo de político neoliberal, impuesto sobre la base desprestigiada del nacionalismo priísta, ubicó su 'vanguardia' en el empresariado, que como ya tenían dinero, decían, no robarían o no se favorecerían del sistema, decían. Resultó todo lo contrario (su lema parecer ser, un 7 eleven por cada hijo nos dio), y en esa línea progresiva de la historia moderna, Gastón Luken y los demás prospectos chiqui-oligárquicos, significan un modelo chamuscado, la mezcla de política, negocios y 'cuates' de siempre. El antecedente fue (sin importarles el efecto regresivo que tendría en la comunidad) la designación de un político de manos sucias como director del CECUT, Virgilio Muñoz, apoyado por los SEMPRA boys, derechistas y ultraconservadores que entienden la cultura como un negocio más. Cash. Proponen pues, la cancelación de una imagen, la del político tradicional, para seguir siendo iguales: no cambio de sistema económico, ni de organización social, ni mucho menos ideales utopistas donde pierdenlos SEMPRA boys lo que tienen, a nombre de la colectividad. En términos coloquiales, sampleando el dicho serían pues: "La misma gata, pero enPANizada".

Al no ser independientes ideológicos del neoliberalismo o del capitalismo, lo que ofrecen es estética, candidatos que parecen modelos o actores de telenovela, gente bien, que con el maquillaje independiente ante la foto, no dicen cuáles son sus diferencias o acuerdos con grupos transnacionales, o ¿qué los hace merecedores de un territorio y organización política para proclamarse como república dentro de la república?, como la utopía que se montó el abuelo de la derecha Salvador Abascal en Baja California Sur, o los trazos anarquistas de los Flores Magón. Nada. Son como buen recurso de la política del espectáculo: una evolución de la imagen para encubrir la misma ideología oligárquica. E independiente-mente de sus intereses, lo que están haciendo los independientes, los separatistas e intervencionistas, es política, al viejo estilo y en los mismos círculos elitistas de los partidos tradicionales, a pesar del lastre ideológico del ser apuesta reetiquetada de los opresores, expresan el fragmento de la sociedad (el uno por ciento) que debe representarse por minoritario y poderoso que sea, en el debate público. La derecha privatizadora postcolonialista, también tiene su corazonsito.