Cinco minutos, le pedían. Aguirre esperó uno y luego, en un mensaje de seis minutos y medio, se despidió de la gubernatura a la que llegó tras abandonar el partido de toda su vida: el PRI.
Para favorecer un clima político, bla, bla,
he decidido solicitar licencia.
Lo acompañaba una docena de colaboradores que aplaudieron fuerte al terminar su breve mensaje.
¡Viva Ángel Aguirre!, alcanzó a gritar uno de ellos, antes de la atropellada salida del gobernador."
Arturo Cano en La Jornada.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario