"¿Cómo encontraron a Apatzingán cuando llegaron?
De la chingada. Cuando arribamos, eran
las ocho de la mañana. Había varios camiones quemados en la entrada al
municipio y ningún habitante se atrevía a salir, sólo circulaban
elementos del ejército, de las Fuerzas Especiales y de la PFP, al igual
que un destacamento de la Marina enviado desde la zona naval de Lázaro
Cárdenas. No había muertos, porque todos ya habían sido levantados.
Me dirigí a la cafetería de las Fuerzas Especiales, los Gafes[1]
se burlaban por la labor tan pendeja de la Policía Federal al no
haberle podido hacerle frente a unos cuantos sicarios. También
pendejeaban a los batallones de fusileros que no habían auxiliado en la
contienda.
En una mesa encontré a un amigo
perteneciente al 51 batallón de la Zona 43. Platicando con él me dijo:
Esta guerra es pura mierda, ayer a los primeros en chingarse fueron a
los pefepos, nunca nos dieron la orden de reforzarlos, los dejamos
morirse como perros."
No hay comentarios.:
Publicar un comentario