Elbazo

Y llegó el esperado "quinazo" de Enrique Peña Nieto. Como en el pasado Carlos Salinas de Gortari encarceló al líder petrolero Joaquín Hernández Galicia 'La quina' y detonó una bomba de humo estratégico para desaparecer de la opinión pública su ilegítima forma de tomar el poder. Ayer el discípulo mexiquense de Salinas lo repitió contra una antigua aliada del sistema, Elba Esther. La acción es contundente, ningún mexicano —a excepción de sus aliados y familiares— estará en contra de la detención de la maestra más antipopular de México.

Pero viniendo la jugada de los priístas, y conociéndose las colas entre ellos diría: de la respuesta de la afectada podremos saber hasta donde es una ruptura "real" o simulada. Si existe en México una persona que tiene información de cómo se ha hecho el neoliberalismo del poder y de los recursos públicos, es Elba Estther Gordillo. Pieza clave o 'maestra' en el engaño llamado foxismo y en la imposición de Felipe Calderón, fue ella la que operó el fraude en las urnas con ayuda de los gobernadores priístas en el 2006. Y esa información puede ser su escudo (para negociar) o la bomba (para destruir).

Existe también en la jugada "maestra" un riesgo político para el gobierno de Peña, el Elbazo puede provocar una acción bumerang en la opinión pública. La diferencia entre el primer y el segundo quinazo son las redes sociales que desde el momento de la detención de la cacique chiapaneca, están exigiendo otras acciones: —Y Deschamps apá, y Salinas, y Moreira—.

Y finalmente, el Elbazo en el espejo: produciendo el humo necesario para el asalto final a PEMEX. Y el mensaje del revés para las batallas que vienen: podemos irnos contra cualquiera. Por lo pronto, en las próximas horas y días, todo será un "elbazo".