La empanada de FeCal

En la despedida ejecutiva de Tabasco, Felipe Calderón se comió delante de las cámaras una empanada de pejelagarto. Fue el segundo lanzamiento contra AMLO en los últimos días. Antes, al aparecer una víbora en un salón de prensa en Chihuahua, dijo en tono de burla: es un complot de la víbora prieta. Se está despidiendo de su opositor con mensajes que en apariencia son un 'chiste', pero son las claves para entender al verdadero Calderón: vengativo, burlón, arrebatado.

El Presidente de la República, sea legítimo o ilegítimo como Calderón, debe actuar y utilizar el lenguaje en "funciones" sin destinatarios personales. La fuerza de 'La Presidencia' es el Estado (fuerte o débil, El Estado). Y utilizar ese poder contra los opositores, al menos, es una confrontación desigual y una irresponsabilidad de poder. No es sorpresa. Felipe Calderón decidió ser el actor principal de un fraude y sentarse haiga sido como haigasido en la silla oligárquica-presidencial.

Y Calderón lo sabe: todo fin tiene un principio. Y todo principio un FIN.