AMLO el beisbolista

En un partido de beisbol empatado en la parte baja de la novena entrada, con hombres en primera y segunda base (Fraude 2006 y 2012) y dos outs, el manager tiene que decidir si intenta hit para ganar con un batazo, o "toque de bola" para llenar las bases y tener dos opciones para el triunfo, un hit, o la vía más dócil y emocionante: la carrera de "caballito". El riesgo del toque de bola es perder el partido fácilmente. Incluso con el estigma del ridículo. Pero si la estrategia avanza, viene el clímax más elevado de la historia. El último out con las bases llenas.

Semanas atrás AMLO el beisbolista dijo, "el partido no acaba hasta que se acaba", y el domingo pasado —sorpresivamente— decidió dar un toque de pelota para llenar las bases, lo de MORENA partido de inmediato lo separó de las negociaciones de la "izquierda moderna", y con las bases llenas, puso muy nervioso al pitcher novato de Los Monex que ya lanzó —recibió— tres "bolas" (su equipo de transición, la aparición de Salinas al diamante y la narco TeleVISA).

Y de aquí a que asalte la presidencia el primero de diciembre, le apostará AMLO a la "base por bolas" y ganar el juego histórico que todo indica ya perdió, con una "carrera de caballito". 

Y si no le sale. Iniciará otro partido.