En el ocaso del gobierno de terror y sin sentido, Felipe Calderón hizo un movimiento clásico de políticos al servicio del poder:
"El secretario de Comunicaciones y Transportes, Dionisio Pérez Jácome,
anunció que el gobierno federal no puede esperar a que venzan las
concesiones que Multivisión (MVS) y otras empresas tienen en la banda de
2.5 gigahercios (GHz), por lo que decidió iniciar el proceso de rescate
de ese espectro y licitarlo para que nuevos operadores lo exploten para
ofrecer banda ancha de alta velocidad y servicios de cuarta generación (4G)."
Y esos "nuevos operadores", tarán, serán los dueños de la imagen de Enrique Peña Nieto: la TeleVISA-Iusacell. En teoría, la configuración de un imperio de señales invencibles. En teoría.
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