En cualquier país democrático, sería un escándalo de múltiples bandas y reacciones. El ex número dos de la Secretaría de la Defensa Nacional, Tomás Ángeles Dauahare, fue conducido al penal de alta seguridad de Almoloya de Juárez por tener nexos (según la PGR, dependencia del gobierno federal) con la banda de los Beltrán Leyva. Es decir, en medio de la guerra de Calderón contra el 'narco', –que tiene como saldo más de 65 mil mexicanos muertos–, el número dos de la Defensa estuvo ligado con los narcos.
¿Y nadie se dio cuenta antes? ¿O qué otra historia está detrás de lo que apenas aparece como Historia?
Sin duda, la gravedad del hecho nos lleva a pensar en las cadenas de mando. El Secretario de la Defensa es subordinado del Presidente de la República (o del que usurpe esa función) y ahora resulta que el jefe ¿no supo nada de los pasos del subsecretaria de la Defensa?
No lo creo.
No lo creo.
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