La carnicería hertziana

Los mexicanos nunca pensaron ver en la realidad lo que Hollywood siempre mostró en las salas oscuras: cuerpos anónimos mutilados, hombres desnudos colgados de los puentes, humillantes matanzas de jóvenes, mujeres y niños. Y a pesar de las imágenes, muchos mexicanos han sido indiferentes a la muerte apilada de los otros; –los narcos, los criminales, los pobres no importan, no valen– hizo creer la vocería al pueblo televisivo de México. Miles de programados olvidaron que todos somos mexicanos. El guión "clasista" lo impuso el poder mediático. De ahí la perversión telepatética.

Calderón le declaró unilateralmene la guerra al "narco" y los voceros una ráfaga de guerra sucia para convertirlos en el demonio favorito. ¿Y nadie le advirtió a ese pobre hombre que una guerra contra el "narco" es una guerra espiritual contra los fieles del Mal(verde)?,¿Nadie le advirtió de los 'efectos' que traería una guerra en contra del pueblo ilegal de México?, ¿Nadie le advirtió que los desperdicios humanos del neoliberalismo son millones y millones de mexicanos dispuestos a todo por casi nada? No. O si se lo advirtieron, fue un dato menor ante la orden recibida por los que lo impusieron: destruir a México.

Hoy, 28 mil cuerpos después, con el agua al cuello y el país tomado por la violencia y por los "narcos", el Presidente Usurpador, sin estrategia y sin pudor, aún no le informa a los mexicanos quiénes son ese nombre genérico, qué tipo de ideología tienen, quiénes son sus integrantes, organización y comandantes; qué poder ejercen en México, qué empresas y zonas territoriales controlan y a qué políticos mandan. Calderón ha dicho una mentira reiterada para explicarlo todo: "tuve que desatar la masacre porque los gobiernos anteriores no actuaron a tiempo". ¿Y por qué entonces, antes de mandarnos a la carnicería no actuó en contra de los antiguos gobernantes?

La opacidad ha sido el principal motivo de la sospecha: esa guerra contra el narco es un capricho irreversible de los que impusieron a Felipe Calderón en la Presidencia. Ya dijo Fidel Castro quiénes son. Y no se detendrá la matanza porque la acumulación de cuerpos en el neoliberalismo también es un negocio.