"La plausible victoria de un equipo profesional de balompié resulta así contaminada por la manipulación largamente anunciada que de ese ente representativo
del más popular de los deportes han hecho tanto el calderonismo, que ha buscado colgarse de los éxitos y la fama del conjunto tradicionalmente identificado con el color verde (aunque en esta copa se ha usado uniforme negro, tal vez en concordancia con la situación real del país), como los grupos empresariales (sobre todo Televisa y Televisión Azteca, más algunos anunciantes principales, como Bimbo con su campaña de hacer sánduiches) que inflan los logros de la mencionada selección con propósitos absolutamente comerciales, tratando de inyectar en la audiencia dosis electrónicas narcóticas que hagan olvidar la triste y difícil situación diaria de las mayorías e incluso lleven a fabricarse por necesidad un falso orgullo nacional, con paraísos artificiales de euforia y bienestar que mueven al consumismo buscado por los patrocinadores y que desaparecen en cuanto la droga futbolera también cesa.
Nada cambia para bien en la situación nacional a partir de los resultados de una competencia deportiva abiertamente movida por intereses comerciales, pero los ministerios de propaganda que funcionan en Los Pinos y en los foros del duopolio televisivo aprovechan el momento para suministrar por la vía electrónica los estupefacientes necesarios para que el caldero hirviente siga sin explotar. Y no se diga que estas líneas astilladas están movidas por un espíritu de acritudes antideportivas o contrarias a la mencionada selección: el autor de estas líneas es un racional aficionado al futbol (sin fanatismos ni obcecación) que encomia las virtudes del equipo mexicano y del director técnico como tal, no como anunciante de Iniciativas Privadas México, y que cree que esa selección tiene suficiente fuerza y calidad como para ir más delante (al grado que ayer este tecleador astillado se atrevió a pronosticar que México ganaría 2 a 1 a Francia).
Pero no puede desatenderse el tema del uso manipulado, faccioso, ofensivo, que los principales culpables de la postración nacional hacen de circunstancias alegres como la del triunfo futbolero. La enorme lista de agravios sociales en materia de seguridad pública e integridad física de los ciudadanos pareciera quedar provisionalmente relegada en medio del desbordamiento matraquero proveniente del chicharismo y el cuauhtemazo."Julio Hernández López en La Jornada.
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