Los altos mandos del Ejército no quisieron ponerle un 'hasta aquí' a tiempo al proyecto defraudador, y al contrario, se lanzaron al abismo de la guerra contra 'el narco' para legitimarlo. El desastre del Gobierno Ilegítimo ha llevado al ejército a verse como un cuerpo supeditado al poder de la oligarquía, y no del pueblo. La República de la Televisión convirtió a los soldados mexicanos en actores de la telenovela noticiosa del miedo: la dictadura de la baja intensidad. La irresponsabilidad histórica ya tiene un saldo apocalíptico: más de 16,000 mexicanos muertos, miles de huérfanos, miles de familias desechas por mil gotas de sangre y lágrimas derramadas.
El discurso del Secretario de la Defensa en la 97 conmemoración de La marcha de la lealtad, lo deja claro, la intromisión de los militares en los asuntos cívicos ha llegado a su límite:
"El secretario de la Defensa Nacional, general Guillermo Galván Galván, salió en defensa de la propuesta de reforma política del presidente Felipe Calderón al señalar que
sólo mediante reformas integrales, estaremos en condiciones de consolidar ese bienestar colectivo que todos exigen, pero que no todos procuran, y añadió que es ésta
una oportunidad inmejorable para tomar decisiones, cambiar lo obsoleto o anquilosado e impulsar lo vigente o innovador."
Link a La Jornada.
Es hora de la Regeneración.
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