miércoles, febrero 10, 2010

La Secretaría de la Defensa (sic)

El Ejército Mexicano está sumido en una grave crisis de identidad que, más temprano que tarde, terminará por revolucionarlo. Las cúpulas militares aceptaron ser la imagen de fuerza que legitimaría el fraude electoral de Felipe Calderón Hinojosa. Al no detener la simulación, los altos mandos del Ejército aceptaron la sumisión a los intereses extranjeros que impusieron a Calderón como Presidente televisivo de México, dejaron al pueblo en la indefención, pusieron al territorio en riesgo y debilitaron al máximo la soberanía. Cedieron la función de la institución a los intereses de la oligarquía y su República de la Televisión.

Los altos mandos del Ejército no quisieron ponerle un 'hasta aquí' a tiempo al proyecto defraudador, y al contrario, se lanzaron al abismo de la guerra contra 'el narco' para legitimarlo. El desastre del Gobierno Ilegítimo ha llevado al ejército a verse como un cuerpo supeditado al poder de la oligarquía, y no del pueblo. La República de la Televisión convirtió a los soldados mexicanos en actores de la telenovela noticiosa del miedo: la dictadura de la baja intensidad. La irresponsabilidad histórica ya tiene un saldo apocalíptico: más de 16,000 mexicanos muertos, miles de huérfanos, miles de familias desechas por mil gotas de sangre y lágrimas derramadas.

El discurso del Secretario de la Defensa en la 97 conmemoración de La marcha de la lealtad, lo deja claro, la intromisión de los militares en los asuntos cívicos ha llegado a su límite:

"El secretario de la Defensa Nacional, general Guillermo Galván Galván, salió en defensa de la propuesta de reforma política del presidente Felipe Calderón al señalar que sólo mediante reformas integrales, estaremos en condiciones de consolidar ese bienestar colectivo que todos exigen, pero que no todos procuran, y añadió que es ésta una oportunidad inmejorable para tomar decisiones, cambiar lo obsoleto o anquilosado e impulsar lo vigente o innovador."

Link a La Jornada.

Es hora de la Regeneración.

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Contra(comunicado):

Como decía Henry David Thoreau, "No pido inmediatamente que no haya gobierno, sino inmediatamente un gobierno mejor". El orígen de Medios y política fue el fraude electoral del 2006: nació La República de la Televisión y la programa(ción) se volvió dicta(dura): un monopolio opinativo de Tercer Grado. Aquí en 'Medios y política' están las evidencias comunicacionales que sostienen nuestra tésis: Felipe Calderón no ganó las elecciones; la oligarquía lo impuso mediante un fraude para auto(comprarse) lo que queda de México. Y lo repitieron imponiendo a Enrique Peña Nieto en el 2012. Por eso pedimos lo posible: que se restaure La República.

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