martes, diciembre 01, 2009

Tres minutos de silencio

Hace tres años inició La República de la Trelevisión: la dictadura hertziana de gobierno, la militarización de México y la instauración pública del caos como estrategia de control social. Después de un fraude electoral que contó con la complicidad de los voceros –periodistas y locutores simpatizantes del Golpe de Estado Electoral–, Felipe Calderón, taponeado por su ilegitimidad, entró al congreso por la puerta de atrás, y como un ladrón altivo tomó protesta en una tribuna hechiza en medio de silbidos y mentadas, silenciadas por las frecuencias televisivas y con el repudio del pueblo sobre sus pequeños hombros y principios.

Con la ayuda de los militares y la risa burlona de Vicente Fox de testigo, el más corrupto de los mexicanos tomó protesta en un dos tres por mí, y decenas de segundos después, salió del Congreso arrastrando su triste pelaje gris. Así, sarcástica, impune y fría, inició la dictadura hertziana, el (des)gobierno trágico que ha manchado al país con su indigno proceder y con la sangre de más de quince mil mexicanos, producto de una guerra arrogante para legitimar un triunfo que el pueblo no le dio en las urnas. Felipe Calderón, traicionó sus principios, a la patria y a la matria y enseñoró a la tribu que lo impuso para terminar de saquear los recursos naturales y energéticos de México.

Lo que los porcinos no esperaban fue La Resistencia al fraude, a la guerra ilegítima, a la imposición y a la afrenta de interrumpir el deseo libertario y democrático del pueblo de México. Y con la fuerza de los vivos y los muertos, con la dignidad y la justicia que nos legaron las mujeres y los hombres milenarios que nos anteceden, podemos afirmarlo, nadie detiene una idea cuyo tiempo llegó: La República será restaurada.

Y como a cualquier ladrón, a Felipe Calderón, ni perdón, ni olvido.

México, nunca más será pisoteado por estafadores santaanneros como los que han ejercido en estos tres años el monopolio ilegítimo del poder.

¡Viva la dignidad!

¡Viva la grandeza de nuestra patria y matria!

¡Viva México!

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Contra(comunicado):

Como decía Henry David Thoreau, "No pido inmediatamente que no haya gobierno, sino inmediatamente un gobierno mejor". El orígen de Medios y política fue el fraude electoral del 2006: nació La República de la Televisión y la programa(ción) se volvió dicta(dura): un monopolio opinativo de Tercer Grado. Aquí en 'Medios y política' están las evidencias comunicacionales que sostienen nuestra tésis: Felipe Calderón no ganó las elecciones; la oligarquía lo impuso mediante un fraude para auto(comprarse) lo que queda de México. Y lo repitieron imponiendo a Enrique Peña Nieto en el 2012. Por eso pedimos lo posible: que se restaure La República.

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