No, nosotros no somos iguales, nosotros tenemos más de 30 años luchando por nuestros ideales y nuestros principios. Hemos acreditado que obramos de buena fe, buscando que mejoren las condiciones de vida de los mexicanos. No nos mueven los cargos públicos, no somos ambiciosos vulgares; de otra manera, después del fraude habríamos claudicado o, peor aún, habríamos pactado con la mafia; pero eso jamás lo vamos a hacer
Andrés Manuel López Obrador, Presidente Legítimo de México.
El anuncio de AMLO en su Twitter: "Hoy cumplo 56 años. Estoy bien con mi conciencia, con mi familia y con el prójimo. Gracias a la vida."
Y como si fuera un regalo del Imperio (risas grabadas), The Wall Street Journal publicó una candente recta a los bateadores emergentes de la Usurpación:
“Como muchas naciones, México tiene un gobierno federal. Éste se reúne en varios edificios coloniales y en otros modernos e imponentes por todo el país. Pero México tiene otra instancia, el autollamado
gobierno legítimo, que asegura gobernar la República también”.
También, el diario de Rupert Murdoch dice:
Además de ejercer un poder ejecutivo paralelo al del gobierno, que propone nuevas leyes, hace declaraciones sobre temas de actualidad, actúa en elecciones y realiza ceremonias, como la del día de la Independencia, y hasta pone en circulación su propia credencial de identidad.
(link a La Jornada)
Andrés Manuel López Obrador, formado en la ciencia política, desde joven lo entendió: ser revolucionario es intentar lo imposible. El Gobierno Legítimo de México fue posible por su condición de imposibilidad.
Larga vida para AMLO, las utopías y la Cuarta República.
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