Estafa 40

Con disfraz de críticos, los voceros se fueron metiendo a casa por el Canal 40. Asaltados por el otro Salinas –Pliego–, con el Chiquihuite "tomado", (risas grabadas), los del 40 se enlistaron a Televisa y con el capital de ser "los perseguidos de Salinas", estafaron a los televidentes en las elecciones del 2006. Ciro, Denise y Marín fueron la jugada mágica: desaparecieron el fraude. La carga simbólica del periodismo crítico (risas grabadas por lo de "periodismo") embistió contra la "teoría del fraude", y como ellos tenían los medios y una máscara de engaño, le dieron pinole periodístico con el dedo a millones de mexicanos.

Y sigue la trampa montada.

Pero el engaño mediático, como la mentira, no duran para siempre: son contrarios al espíritu de libertad humana. Hoy, en el 2009, a los voceros se les ve desdentados, con el traje roto y sin argumentos. Y como no hay nadie que los sustituya –la dictadura es una sola voz–, con la cara paralizada por las mentiras siguen en la pantalla estafando a millones, explotando la ética una y otra vez por la mañana y por la tarde.

Habilidoso guionista, así fue la espiral de tus acciones: creaste un canal de televisión independiente, contrataste un grupo de canallas, les construiste un sólido personaje con múltiples caracteres de verosimilitud y ética periodística y bien dirigidos, actuaron "en vivo" el guión Los periodistas críticos y creaste un género: la telenovela noticiosa nocturna. Ha sido largísima y regresiva. Inició en el 40 y terminó en Chapultepec 18.

Evidenciados por el tiempo, tus actores de opinión pública han sido derrotados con las ideas, la conciencia y el espíritu de Resistencia. Tu ejército de opinión pública ha sido el peor de todos: el de la eterna derrota. Es hora de exigir la verdad. Lo que no es periodismo es propaganda. Los voceros al servicio de La República de la Televisión son contrarios a la libertad y a la independencia. Son propaganda.

Infórmate e informa: que los porcinos no te vuelvan a cubrir la boca.