Triunfos y derrotas

Triunfo del Movimiento Lopezobradorista: La estrategia de AMLO para defender la candidatura de Clara Brugada en Iztapalapa –el efecto Juanito– quedará registrado en la memoria política de México, como uno de los fenómenos de opinión pública y de masas más significativo de la historia. Fue un triunfo en contra de la propaganda negra. La campaña de desprestigio en contra de Rafael Acosta no funcionó. Se les terminó el cuento a los propagandistas extranjeros, los racistas que vinieron a sembrar el odio a México.

Juanito ganó la elección= Brugada será delegada.

Derrota del Gobierno Usurpador: solo un 29 por ciento de los votantes apoyó al PAN y su propaganda televisiva de gobierno. El setenta por ciento de los mexicanos que sufragaron le dijeron No a Felipe Calderón y el modelo neoliberal que representa.

Triunfo de AMLO: que los voceros no tengan otro argumento en su contra que el Bejaranazo. Eso confirma una de sus principales tésis: la honestidad en el ejercicio de la función pública, la austertidad como identificación política, y la práctica del ideal juarista: la "justa medianía".

Derrota de AMLO: que el PRI sea mayoría en la cámara de diputados.

Triunfo de AMLO: mantener el registro del PT y Convergencia.

Derrota del PAN: Germán Martínez es el más limitado (el más sangrón) del conjunto "los peores políticos de México".

Triunfo de AMLO: El Gobierno Legítimo de México obtuvo poder legislativo. Ahí, los Secretarios del Gobierno Legítimo podrán profundizar la construcción de un proyecto político. Se obtuvo capacidad de gestión de cambio. Voz para exigir transparencia y cuentas claras al obscurantista y corrupto gobierno usurpador.

Triunfo de AMLO: Jesús Ortega y los chuchos han quedado to-tal-men-te evidenciados como colaboracionistas del torpe, e ineficaz Calderonismo. Los Chuchos son simples comparsas de la simulación democrática de los eternos fraudes.

Derrota de los mexicanos: la colusión entre la banda del automóvil gris de Los Pinos, La República de la Televisión, el Imperio y los máximos órganos electorales no emite señales positivas, ni prefigura la equidad posible (y necesaria) para la elección del 2012.


Helio Flores/El Universal