El Secretario de Hacienda espurio, Agustín Carstens, hace unos meses dijo que la afección pulmonar en la economía de Estados Unidos sería un "catarrito" para México. Estamos viviendo los resultados de su diagnóstico fallido. Ayer, el fatídico secretario anunció que tenemos un boquete de 300 mil millones de pesos para hacer frente a una "presión del gasto en 2009" y que –suenan los tambores de fondo–
con dos o tres reformas (de carácter fiscal) podríamos enfrentar la crisis el año que entra. Es decir, que la ineptitud del Gobierno Usurpador recaiga en la espalda del pueblo. La burla más sonora es que los últimos neoliberales han aplicado –una vez más– la teoría del Shock: generar un escenario de crisis (la influenza porcina) para aplicar medidas económicas antipopulares.
Va de nuevo:
De Naomi Klein y Alfonso (y Jonás) Cuarón: La teoría del Shock.
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