El cerebro abstencionista

El cerebro del Imperio de Gortari está bombardeando a la opinión pública con un virus antidemocrático, incrustado en la voz, piel, y rostro de los voceros de la república de la televisión: –todos los políticos son iguales, por lo tanto, es mejor abstenerse que votar–. Es la ofensiva por el desprestigio final de la política. La abstención le garantiza al Imperio ganar (con el poder del dinero) las curules necesarias para seguir saqueando a México (y mantenerse tres años más gobernando desde el lado oscuro de la luna). En ese marco se inserta la fuga de reos en Zacatecas –solapada por la gobernadora perredista, Amalia García–. El ajedrecista sacrificó un peón izquierdo pero ganó un argumento: –todos, todos los partidos políticos, son iguales–.

El emperador está más vivo que nunca.