–Señor, sobre su persona, el Vaticano se refirió acerca de su matrimonio que no podía casarse, porque usted andaba mal de la mente –le comentó un reportero.
–Eso es privadito... y privadita es la violación de haber sacado ese documento que ni siquiera se ha interpretado correctamente, así que en su conciencia lo llevará quien reveló una confidencialidad y quien sacó partes de ese documento que no interpreta lo que ahí se dice.
–¿Usted está sano? –se le insistió.
–Yo estoy enamorado de Marta, y en cuanto pueda me voy a casar con ella, nada más estoy juntando dinerito pa’ la boda.
–¿Mentalmente usted está sano? –se le replicó.
–¡Qué más, qué más! –evadió Fox.
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