lunes, septiembre 01, 2008

Las cabezas

La transmisión de la información libre no es un "criterio de la empresa concesionaria", es una obligación constitucional. Por eso denunciar la manipulación de los Voceros de La República de la Televisión no es un hecho "crítico", es la seca exigencia de un derecho. El montaje informativo que han realizado con la "marcha contra la inseguridad", ayuda a visualizar el tamaño de la opacidad informativa sobre las otras partes involucradas en la constitución de la realidad nacional. De la magnitud de la "cobertura" a la marcha contra la inseguridad, es la censura al Movimiento en Defensa del Petróleo y a Andrés Manuel López Obrador.

La Revolución no solo no será televisada, es ahí, en la televisión dónde se articula la "reacción" al cambio. Al no informar a los mexicanos de manera veraz y libre, construyen "la realidad", de dónde han borrado de manera deliberada a "La Resistencia", al fraude electoral y a la privatización de Pemex.

Por el fin de las mentiras, la verdad.

Por el fin de La República de la Televisión, la renuncia masiva de Los Voceros de la República.

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Contra(comunicado):

Como decía Henry David Thoreau, "No pido inmediatamente que no haya gobierno, sino inmediatamente un gobierno mejor". El orígen de Medios y política fue el fraude electoral del 2006: nació La República de la Televisión y la programa(ción) se volvió dicta(dura): un monopolio opinativo de Tercer Grado. Aquí en 'Medios y política' están las evidencias comunicacionales que sostienen nuestra tésis: Felipe Calderón no ganó las elecciones; la oligarquía lo impuso mediante un fraude para auto(comprarse) lo que queda de México. Y lo repitieron imponiendo a Enrique Peña Nieto en el 2012. Por eso pedimos lo posible: que se restaure La República.

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