domingo, septiembre 07, 2008

El jugador número 12

En el estadio Azteca las selecciones de futbol de México y Jamaica se enfrentaron dentro de las eliminatorias de CONCACAF para el mundial en Sudáfrica de 2010. "El juego" fue un montaje propagandístico. Televisa "pintó" de blanco al Azteca y sus (comen)taristas llevaron la (macro)farsa de "México Unido Contra la Delincuencia" a la crónica del juego, prolongando en el tiempo y en el espacio el engaño de la "marcha" contra la inseguridad y la violencia.

La Federación Mexicana de futbol movió la sede del juego de Jamaica vs México al estadio Azteca con el aval de la FIFA ¿para realizar un "montaje propagandístico? El futbol es un espectáculo que controlan los mismos grupos de poder que cometieron el fraude electoral del 2006 --Salinas Pliego y Azcárraga Jean--. Las emociones y los símbolos involucrados en el "juego de pelota" son "el poder del poder". El futbol ha servido para manipular con simulacros deportivos el ánimo de la población acorralada por las dictaduras o las adversidades económicas --el "triunfo" de los argentinos en 1978 es el ejemplo más (des)carado--; para mandar mensajes autoritarios: la postal de las Chivas "rayadas" del Guadalajara y su "comandante bofo" montado en una tanqueta del Ejército Mexicano; o para emitir propaganda. (¿quién fue el reducido personaje que en su campaña presidencial quería convertir a México en un país de "triunfadores" como la "sub-17"? Felipe "manita rota" Hinojosa.

Que suene la porra para (re)frescarle la historia: "Señora Hinojosa, !Por qué parió esa cosa!")

Aquí un ejemplo sin desperdicio (y humor negro) de la utilización del futbol como "propaganda política": Carlos Salinas de Gortari comanda una porra a favor de la selección mexicana que ¿ganó? la copa de oro en 1993, y los seleccionados, "espontáneos", le responden con un "chiquiti bum" al "presidente" (risas grabadas por lo de "presidente").

Con ustedes:

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Contra(comunicado):

Como decía Henry David Thoreau, "No pido inmediatamente que no haya gobierno, sino inmediatamente un gobierno mejor". El orígen de Medios y política fue el fraude electoral del 2006: nació La República de la Televisión y la programa(ción) se volvió dicta(dura): un monopolio opinativo de Tercer Grado. Aquí en 'Medios y política' están las evidencias comunicacionales que sostienen nuestra tésis: Felipe Calderón no ganó las elecciones; la oligarquía lo impuso mediante un fraude para auto(comprarse) lo que queda de México. Y lo repitieron imponiendo a Enrique Peña Nieto en el 2012. Por eso pedimos lo posible: que se restaure La República.

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