W. Benjamin
Michel Maffesoli
Estamos viviendo "la saturación" de la modernidad; su crisis final. El cambio es inminente. La historia funciona sobre los "cortos circuitos" y el mundo moderno muestra sus circuitos atrofiados por televisión: el militarismo, el estado policiaco, el individualismo exacerbado, la inseguridad, la violencia y el miedo son las alarmas del fracaso. En México, las instituciones y la manca "modernidad" se pudrieron, se resquebrajaron en cadena nacional por 0.56 por ciento, Andrés Manuel López Obrador lo advirtió: "Al diablo con sus instituciones". De esa ruptura histórica surgió el "Gobierno Legítimo de México". Hoy, George Simmel diría, "el rey clandestino está ganando la batalla".
El imperio del valor-trabajo como "centro" de las relaciones económicas, políticas y sociales está caducando. El mundo moderno se sostiene en el "poder del dinero", "el éxito" y "la fama", en un cascarón hueco; el mundo posmoderno es el círculo de "la creatividad", de la dimensión lúdica del hombre, del "sueño colectivo" y el juego (de todos el juego). El hombre posmoderno busca "el placer de ser"; el placer de vivir la vida como obra de arte en todos los actos de la función cotidiana: cocinar, bailar, barrer, fumar, correr. Estamos ante el advenimiento de "la estética de la vida" que Michel Maffesoli define como, el "sentir de las emociones colectivas".
La "estética de la vida" es la conjunción de la religión, la música y el deporte. La religión entendida como "el placer de estar juntos", de estar reunidos con "el otro", sin (pre)juicios, en el "ahora". El deporte como una (re)presentación del cosmos, y la música como una (co)munión de cuerpo, mente y espíritu. La posmodernidad plantea la muerte del futuro, el replanteamiento del trabajo, y sobre todo urge el fin de la "dictadura" de la razón. La Posmodernidad es el "gozar del presente" o "el instante eterno", --lo que se cristaliza en la eternidad--. El (re)encantamiento del mundo es el retorno de las emociones y de las cosas "pre-modernas", la conjuncion del tribalismo, del hedonismo, del nomadismo y de la internet.
El re-encantamiento del mundo es el "espíritu de nuestros tiempos".
zeitgeist
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