Naúfragos

"Se puede hacer con las nuevas armas aquello que se cree no poder hacerse sino con armas nucleares"
Colin Powell

Televisa, desde la campaña electoral del 2006 dio un golpe informacional, se conjuró con el poder político, económico, judicial, y celestial para imponer a un presidente, violentar la constitución y destruir el débil andamiaje de la democracia mexicana. "Mandar es en principio mirar a los ojos", dijo Napoleón Bonaparte y Felipe Calderón le "sostiene" la mirada a nadie. Ahí están los resultados, vivimos en el (des)gobierno. En medio de la fallida "conspiración" para legitimar la presidencia, La Iglesia católica mexicana y las "televisoras" fabricaron un distractor monumental: tres pescadores católicos se internaron en el mar de nayarit una mañana soleada, y regresaron (sanos y salvos) ocho meses después. Sin un rasguño, con la piel lisa, sin grietas, (sin demencia), sin inchazones. Fue la insurrección de la falsedad.

Para Paul Virilio "a manera de la enfermedad del Alzheimer, la televisión destruye nuestras sensaciones pasadas." En México, la televisión manipula, fabrica y transforma la "realidad" y el tiempo (pasado, presente y futuro) La República de la Televisión desaparece de sus telenovelas noticiosas a los opositores políticos y nadie dice nada. Censurar es tan sencillo como excluir a la gente de los lugares donde se puede hablar. Por "ley", La República de la Televisión caerá por su propio peso.