Alia(dito)

"lo que necesita la región para salir adelante es el libre flujo del comercio y de mano de obra entre Estados Unidos y el sur."
Felipe Calderón.

El New York Times calificó ayer a Felipe Calderón como un "aliado comprometido" de Washington. Y no se equivoca. Las acciones de su gobierno lo confirman: ha entregado la seguridad nacional a las autoridades militares extranjeras con el "Plan México", una piel semántica que cubrirá la escalada legal de la militarización y el debilitamiento (provocado) de las autoridades civiles mexicanas. No ha hecho nada, ni en el discuro televisivo (su franja segura) por defender a los migrantes, víctimas de la persecusión racista de los mismos republicanos que convalidaron la (im)posición.

Y el "aliado comprometido" ha demostrado en el lamentable lapso de su "gobierno", que sus compromisos morales sólo responden a los intereses extranjeros. Ellos son los destinatarios de la "ofrenda" del petróleo. Los mismos que ahora tienen el control de la alimentación de los mexicanos, de sus minas, puertos, bancos, medios, gas y un largo etcétera. Los mismos que pronto codiciarán el agua, nuestra nacionalidad y oxígeno. Son los monopolios del miedo.