La privatización de los sepulcros.

Cuando los medios y el gobierno intensifican la campaña del miedo (polvora aquí y allá, shock, explosiones y más shock) y los diputados aprietan la pinza de la coerción con las reformas a la constitución en materia judicial, se puede deducir que el frente político policial actúa coordinado con la estrategia para privatizar PEMEX. Buscan legalizar la persecusión policiaca, el secuestro y la tortura para que el proceso de "privatización" sea irreversible. Sería "la privatización de los sepulcros". El delito de traición a la patria es aplicado a todo aquel mexicano que entregue bienes nacionales a extranjeros.

Una cúpula de diputados amparados en el poder simbólico de La República de la Televisión, aprobarán el martes la Reforma Judicial, un "régimen policiaco" autoritario. En la semana, la periodista Lydia Cacho recibió un recadito desde la ONU: ante el vulnerable estado de las garantías individuales en México, es recomendable que abandone su país, su casa, sus amistades, su comida, sus olores, todo. ¿Qué información tendrá la ONU que no tenemos los mexicanos para sugerir el exilio?, ¿Qué será entonces de los derechos ciudadanos después de aprobada la Ley GESTAPO?

Primero, fue una "guerra de odio" que dividió a los mexicanos. Después, un fraude. Ya en el gobierno, castigó a los ciudadanos aumentando impuestos y despojando de sus derechos a los trabajadores al servicio del Estado. Y depués Tabasco. Siguiente paso hacia la obscuridad: la dictadura del miedo y la militarización del país; el escenario listo para el climax de la tragedia neoliberal: el (re)mate del petróleo de todos los mexicanos.

Por eso la pregunta es, o país o Colonia.

La Resistencia (es ahora).