Memoria. El desafuero.

El imperio contraataca.

"Estoy orgulloso de ser acusado por los que engañaron al pueblo de México, por quienes ofrecieron un cambio, y mintieron. Por quienes se aliaron a los personajes más siniestros de la vida pública del pasado, como Carlos Salinas de Gortari."
Andrés Manuel López Obrador.

El día del desafuero seguí la transmisión de la comparecencia de Andrés Manuel en el canal del congreso. Era el segundo misil mediático de los monárquicos que trajo como respuesta la cohesión de millones de mexicanos para defender a la democracia. Si el desafuero pasaba sin protestas, sin respuesta y sin organización, la elección presidencial sería una pantomima genial --lo que (des)graciadamente terminó siendo--. Como representante de la parte acusadora, subió a la tribuna un policía nervioso de apellidos Vega Memije, un burócrata que ofreció esa tarde uno de los discuros más lamentables de la historia de México. Sudoroso, citaba artículos y conceptos jurídicos que cargaban de inverosimilitud a sus palabras. Vega Memije fue un actor de reparto de la película financiada por los monarquícos globales.

(Me van a encarcelar y despojar de mis derechos políticos, por haber intentado abrir una calle para comunciar un hospital,--repito--, por haber intentado abrir una calle para comunciar un hospital)

Andrés Manuel no anduvo por las ramas y acusó al presidente de la República, Vicente Fox Quesada, de ser el responsable de la ruptura democrática, y de responder a los intereses que manipulaban con lujos, espejitos y regalos a la pareja presidencial para (des)aforarlo; lo acusó de obedecer a los (neo) colonialistas que "se creen amos y señores de México", los empresarios cupulares que pedían las reformas fiscales y energéticas (los mismos) que en la elección financiaron la guerra de odio basada en los principios de la propaganda nazi.

El discurso de Andrés Manuel en el congreso fue el climax de la batalla moral ahí librada, y una radiografía de la casta neoliberal mexicana.

-Ustedes me van a juzgar, pero todavía falta, que a ustedes y a mí, noz juzgue la historia. !Viva la dignidad!, !Viva Mexico!-

El desenlace fue "la marcha del silencio". Millones de mexicanos marcharon en el centro de la capital de la República para manifestar su repudio al desafuero, y en el fondo, para protestar con el bullicio del silencio la jugada sucia de los monárquicos. Más de un millón de mexicanos exigieron hacer valer la democracia. Más de un millón de mexicanos pidieron el fin de la simulaciuón que orquestó ese traidor de Vicente Fox Quesada.