Astillero
Julio Hernández LópezDel Prozac al verde olivo
Del presidente decaído y en diaria abdicación de alcoba, que trataba de remontar sus males con medicamento marca Prozac, se ha pasado a un impugnado funcionario que cree mágicas las pociones de verde olivo, sobre todo si son ingeridas en público y de manera violenta o cuando menos imperativa.La opción preferencial por los sardos no es un asunto mínimo ni íntimo, sino una estrategia clara, consciente y sostenida, con la que el ocupante de una silla presidencial coja pretende sustituir la base social que le es adversa por un aparato de amenaza y represión. El mensaje es claro: si la familia se ha militarizado, ¿el país por qué no? La definición paternal de este gobierno no está por lo campesino, lo insurgente o lo popular, ni siquiera por el soldado raso, sino por la vestimenta militar de oficial, por las estrellas y el rango de elite. Del hijo desobediente al hijo de soldadito. Dime de qué presumes y te diré si piensas en estados de sitio. Un golpe de moda militar en la máxima pasarela patria, justamente cuando el discurso del general michoacano se acera y exige a todo mundo que defina si aunque sea por silencio es cómplice de atentados y terrorismos (bajo sospecha). ¡Firmes! ¡Flanco derecho! ¡Ya!
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