La elección de Baja California. Escenarios.

1.- Gana el PAN con "votos ciudadanos".

Guadalupe Osuna Millán se convertiría en gobernador con el apoyo de su voto duro, los votos "promovidos" por el gobierno estatal de Eugenio Elorduy, y el empuje de una parte de la sociedad bajacaliforniana que tomó la elección como plebiscito a "favor o en contra" de las prácticas políticas del grupo de Jorge Hank Rhon. Ganaría el PAN en los márgenes que planteaba la encuesta del semanario ZETA: ocho puntos de ventaja azul.

2.- Gana el PAN gracias a la orquesta de Elba Esther y Los Pinos.

Si el abstencionismo se impone, la lucha política sería entre los comandos de élite y trapacería que los dos partidos hegemónicos, el PRI y el PAN, han atrincherado en sus cuevas electorales por todo el estado. Sería la tarde de Elba Esther Gordillo y los hombres de Los Pinos. PAN y PANAL se robaron juntos la presidencia de la república y para no romper sus "hábitos democráticos", los maestros de la cacique y vicepresidenta de México, le darían el triunfo al conservador, mentiroso y guadalupano Osuna Millán.

3.-Gana el PRI con votos.

Después de dieciocho años de gobiernos panistas, con sus líderes corruptos y el pelo pintado; minada su credibilidad por las acciones de su (des)gobierno, la población descontenta, le brinda su voto a "las propuestas" y excentricidades del priísta Jorge Hank Rhon. Sería el triunfo de la "no política", y la cancelación de la vía electoral democrática a manos del dinero y el despilfarro de recursos públicos. Las ambiciones que se saciaron en Tijuana se volverían deseos rabiosos con alcanze nacional.

4.- Gana el PRI con mapaches y el apoyo de Los Pinos.

Se corren versiones en la prensa local de que un ejército de expertos en fraude electoral, -proveniente del Estado de México-, está atrincherado en los cinco municipios del Estado esperando instrucciones para hacer valer el ticket de "compra" que su jefe, Jorge Hank Rhon, ha obtenido con antelación en las más altas cúpulas del poder en México. Si en Los Pinos se hicieran los mudos ante la evidente operación subelectoral de la marea roja, se confirmaría la concertacesión. El descarado pago al silencio de Roberto Madrazo ante las irregularidades de la elección del 2006, y el sostén del maridaje del PRI y el PAN para aprobar la crujiente reforma fiscal, y lo que venga.

En este escenario, pueden caber los intercambios electorales que sean la pantalla para proyectar la simulación política que estamos viviendo, no solo en el estado, sino en todo México: El PAN ganaría las alcaldías de Tijuana, Rosarito y Ensenada. ¿Conflicto Post-electoral?. Depende de quien fraudee a quién. Empieza la historia.