Señala el gobernador de Coahuila que la negativa de prestarse a la detención de Gómez Urrutia no fue una decisión política, sino de congruencia
Redacción
El Universal
Ciudad de México
Lunes 19 de febrero de 2007
En entrevista radiofónica con el periodista Carlos Loret de Mola, en el marco del primer aniversario de la tragedia que costó la vida de 65 trabajadores mineros, el mandatario estatal respondió a los senadores y diputados del Partido Acción Nacional (PAN) que le exigen probar sus dichos.
"Le digo eso y también las llamadas que le hice en tono suplicante para que pudiera acudir al estado (...). Le digo también cómo le pedí, le insistí que pudiera asignar más inspectores y no me hizo ningún caso. Yo se lo digo en su cara al ex presidente", afirmó.
Moreira dijo que la negativa de prestarse a la detención de Gómez Urrutia no fue una decisión política, sino de congruencia. "Yo no puedo aprehender a alguien porque me lo indique cualquier persona o por mi gana. Tiene que haber un motivo legal para poder generar una acción de ese tipo", afirmó. El gobernador de Coahuila dijo que la hipotética detención del depuesto líder minero habría sido un distractor, "para echarle tierra al asunto de Pasta de Conchos y que los mineros muertos se quedaran allí".
De igual forma, denunció que los deudos no han recibido los apoyos prometidos por el anterior gobierno federal y en específico por el ex secretario del Trabajo Francisco Javier Salazar Sáenz. "Lo cierto es que las promesas esas de becas y microindustrias para las mujeres y de los talleres psicológicos que se les iba a dar quedó sólo en promesas nada más y no se les cumplió", sostuvo. El mandatario precisó que la empresa, Industrial Minera México, "sí dio recursos" para las familias de las víctimas, al tiempo que las becas las tuvo que costear el estado, ante el incumplimiento de promesas del gobierno federal. "Lo que hizo Salazar fue prometer muchas cosas y no cumplirlas", indicó.
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