Al declarar en Washington que perdió la batalla contra el desafuero de Andrés Manuel López Obrador, pero que se desquitó con el triunfo de Felipe Calderón, el ex presidente Vicente Fox desató aquí una tormenta política en la que ni siquiera su partido, el PAN, salió a defenderlo y, de paso, complicó aún más la posibilidad de que el Senado ratifique el nombramiento de su secretario particular, Emilio Goicoechea, como embajador de México ante Canadá.
Presente este lunes junto con Martha Sahagún en la capital estadunidense, para participar en una serie de conferencias sobre liderazgo la pareja habló sobre la "preservación de la democracia en las Américas", Fox dijo que se desquitó de esa derrota 18 meses después, al atribuirse la victoria de Felipe Calderón en las elecciones presidenciales.
El PRD, que postuló a López Obrador, reaccionó duramente. Su dirigencia nacional sostuvo que, al referirse a la pasada jornada presidencial, Fox reconoció su "intromisión en el proceso", se burló de las instituciones electorales y de la "inteligencia de la gente en este país". Además, consideró que la confesión del ex mandatario sólo consiguió formar una imagen "muy endeble" de su sucesor, Felipe Calderón, en lugar de ayudarlo. "Lo hace chaparrito", ironizó el presidente nacional del instituto político, Leonel Cota. Es evidente, añadió, que sus palabras sólo demuestran la "debilidad del actual gobierno".
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